Hace pocas horas conocimos de un ciberataque, sin precedentes, a los sistemas informáticos de Banco Estado. Según confirman diversas fuentes públicas y privadas, se trataría de un malware del tipo “ransomware”, llamado “Sodinokibi” o “Revil” especializado en servicios financieros. Se presume que este malware habría entrado a alguno de los equipos de Banco Estado y según protocolos definidos para estos casos, obligaron al cierre de sucursales para contener la infección y localizar la amenaza.
Este ataque obedece a una tendencia mundial, amplificada por la Pandemia, que ha obligado a trasladar las rutinas a ambientes de trabajo a distancia o teletrabajo, abriendo nuevas brechas y vulnerabilidades en las redes.
En este sentido resulta vital priorizar los proyectos de ley que estructuran el ecosistema de la ciberseguridad nacional, actualmente relegados por las urgencias de la Pandemia. Citando a expertos en la materia #MarcoZuniga indica como urgente la creación de una institucionalidad de Ciberseguridad, similar a la CMF. Además de destrabar los principales cuellos de botella, generados entre otras razones, por la falta de una Ley marco de ciberseguridad, la inexistencia de una ley de delitos informáticos y la actualización de la ley de protección de datos, en trámite legislativo.
A nuestro parecer este diagnóstico se suma a la conciencia que deben tener las empresas e instituciones respecto de las vulnerabilidades que se presentan con el confinamiento y establecer medidas mínimas de resguardos y capacitación para sus colaboradores que permitan protegerse de los ataques a su infraestructura crítica y protección de sus datos.